Ocuparse en la Santidad

Ocuparse en  la Santidad

1 Pedro 1:13-21

 

El velocista Ben Jhonson sorprendió al mundo entero al establecer un nuevo record mundial en los 100 metros llanos en las Olimpiadas de Seul 88. Unos días  después volvió a sorprender al revelarse que dio positivo en el doping. De esta manera perdió sus títulos y  medallas que había ganado anteriormente. Intentó ser el más veloz, pero como no lo hizo correctamente lo perdió todo.

En la vida cristiana podemos cometer un error similar. Sabemos que tenemos una meta a la que llegar, y anhelamos llegar a la meta, pero muchas  veces corremos equivocadamente y podemos ser descalificados en el trayecto. La carrera en la  que estamos solo es valedera si está revestida de santidad. Así como el doping descalifica al atleta, la falta de santidad nos deja fuera de la posibilidad de llegar a la meta.

Claro está que cuando Dios demanda algo de alguien, siempre posibilita que la demanda sea cumplida. En el desafío de vivir en santidad es igual. Cuando el creyente acciona correctamente la santidad es una realidad. Consideremos las acciones que facilitan vivir en santidad

Acción #1

Preparar la mente para actuar correctamente (1 Pedro 1:13)

Dos metáforas en el versículo 1 Pedro 1:13 enseñan que preparar la mente para actuar correctamente es una acción que facilita vivir en santidad. Estas metáforas son: “ceñid los lomos de vuestro entendimiento” y “sed sobrios”.

Para entender la metáfora “ceñid los lomos de vuestro entendimiento” es necesario pensar en una persona del siglo primero que recogía y doblaba los pliegues de su larga vestidura ondeante bajo su cinturón para que no impidiese su andar o su trabajo. Pedro aplica entonces esta imagen a la mente. Está diciendo: “Que nada estorbe su mente cuando la pongan a actuar según las prioridades de Dios”. La mente debe estar libre de todo estorbo (vergüenza, temor o miedo, preocupación, afán, necesidad) para servir al Señor. La segunda metáfora: “sed sobrios” significa que no se comporten como borrachos, tambaleantes de un lado a otro, es decir los pensamientos y actitudes deben ser firmes.

Así como se demanda preparar la mente para actuar correctamente, también se explica como esto es posible: “esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”. Jesús es suficientemente poderoso para guardar al creyente del pecado, para vencer tus tentaciones, para limpiarlo.

Acción #2

Renunciar a la forma natural de ser (1 Pedro 1:14-16)

La forma natural del ser humano está descrita claramente Romanos 3:10-18 “Como está escrito: «No hay justo,  ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;  no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de víboras hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; destrucción y miseria hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos». Esta forma de ser, era nuestra antes de conocer a Cristo, pero al venir a él todo cambió (2 Corintios 5:17).

Lo que Dios espera es que, ahora que cambió nuestra vida, no volvamos al tipo de vida que teníamos. Que los deseos que antes marcaban nuestra vida sean abandonados por los deseos propios de nuestra nueva naturaleza como hijos de Dios. El deber del creyente es decidir cada día vivir como nuevas personas, creadas según Dios en justicia y santidad (Efesios 4:24).

Acción #3

Peregrinar en reverencia (1 Pedro 1:17)

Cuando el texto dice que el creyente debe conducirse con temor, no se refiere a al miedo al castigo por un mal comportamiento,  sino un saludable miedo a desagradar a Dios. Una reverencia ante la presencia de Dios como testigo de nuestro peregrinar. El concepto de peregrinar es muy importante, peregrinar implica que nos entendemos ajenos a este mundo, puesto que pertenecemos a la Patria Celestial. Peregrinar en reverencia significa vivir como en una marcha hacia la presencia de Dios con Dios mismo como observador, cuidándonos de no distraernos con nada en el camino.

Aplicación:

  1. ¿Cuáles son las situaciones que te preocupan o traen dudas sobre en su vida? ¿Qué significa para usted “esperad completamente en la gracia?
  2. ¿Qué decisiones debe tomar para renunciar a su antigua forma de ser?
  3. ¿Cuáles son las cosas que a usted pueden distraerle de la santidad?

 

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