Texto bíblico: Isaías 49:15
«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.»
Estas palabras son refrigerio para el alma, mucho más cuando nos encontramos en medio de una crisis y todo se torna gris y desesperanzador. Dios siempre está a nuestro lado, aun cuando nos encontramos en medio de un torbellino. Estando allí el todopoderoso sostiene nuestra mano y nos acompaña a enfrentar este desafío, él anhela que salgamos victoriosos y recuperemos aquello que el maligno nos robó. A él nada lo toma por sorpresa por lo cual tiene preparado un plan, y para llevarlo a cabo, es necesario que tú y yo, efectuemos ciertos pasos. Es por ello que en este día quiero compartir contigo los pasos que debemos dar para edificar sobre las ruinas que el maligno causo.
Paso #1
Reconocer nuestra condición (Salmos 32:5)
Muchas veces vivimos circunstancias adversas y difíciles de afrontar. Otras veces en cambio practicamos ciertos pecados o tenemos hábitos que nos alejan de la voluntad de Dios, y a causa de nuestra posición y preocupados por aparentar perfección y acallar la conciencia, no declaramos a Dios nuestra pecado y mucho menos buscamos ayuda.
David y Betsabé. 2 Samuel 11 y 12. El rey dado a su envestidura no busco ayuda y trato de ocultar su pecado. Dios lo confronta. David se arrepiente y reconoce que mientras no reconoció su pecado y busco restauración no tuvo paz (Salmos 32:3-5).
Paso #2
Pasar tiempo con el maestro (Salmos 127:1-2)
Para que sea Dios quien guie la restauración, debo, indiscutiblemente, pasar tiempo a solas con él. Estando a solas con el maestro, recibiré fortaleza, consuelo, y sobre todo guiará mis pasos día a día, con el fin de conducirme hacia su voluntad. Dios ha puesto en nuestras manos poderosas armas para destruir toda fuerza del mal (2 Corintios 10:4) Es necesario que nos apropiemos de estas y las empleemos para comenzar la construcción. No se trata de tu esfuerzo humano ni de tus habilidades. Clama a él y hará el resto (Jeremías 33:3).
Deléitate en su presencia en ella hallaras el bálsamo perfecto para sanar tus heridas, la palabra que traerá consuelo y esperanza para tu corazón y sobre todo pasar tiempo a los pies del maestro te ayudara a conocer el siguiente paso que debes dar.
Paso #3
Cambiar las actividades de nuestra agenda (1 Samuel 2:12)
El sacerdote Elí y sus hijos. Elí fracasó por no haber dedicado tiempo para educar a sus hijos. Indiscutiblemente los amaba, pero cayó en la trampa de su enemigo, quien le robo lo más preciado, su descendencia. (1 Samuel 2:12)
Una vez que la reconstrucción inicio, debemos realizar ciertos cambios. Muchos cometemos el error de llenar nuestras agendas con múltiples actividades y olvidamos incluir dentro de nuestra agenda a las personas más importantes de nuestra vida, nuestra familia. Mientras nosotros no tenemos tiempo ni lugar dentro de nuestra agenda para ellos, Satanás los suma a su agenda, les dedica tiempo y los instruye a través de diferentes medios. El sí, hace un espacio en su agenda para ir con ellos al colegio, para presentarles nuevos amigos, para conocer sus temores y dudas, y brindarles múltiples “consejos”.
Preguntas de aplicación
- ¿Qué hábitos debes abandonar para que Dios inicie la obra? ¿Según tu criterio, quienes podrían brindarte ayuda, para superar tu debilidad?
- ¿Cuánto tiempo dedicas a la oración, el ayuno, y la meditación de la palabra? Crees que es el tiempo suficiente?
- ¿Qué actividades, dentro de tu agenda ocupan el primer lugar? ¿Dentro de tu agenda tienes un tiempo especial para dedicar a tu familia?