Texto bíblico: Efesios 4
Luego de enseñar sobre facilitar la unidad del cuerpo de Cristo noté algunas reacciones positivas. Por ejemplo, los integrantes de una célula invitaron a otra a un partido de fútbol a fin de confraternizar. Todo trabajo que se realice por facilitar la unidad del cuerpo de Cristo estará en sintonía con la voluntad de Dios.
La unidad del cuerpo de Cristo es el tema central de la Carta a los Efesios. El autor, luego de presentar la teología que permite la unidad, pasa a la aplicación práctica. Es en el capítulo 4 donde se comienza a explicar como deber ser el comportamiento de quienes experimentan la “multiforme sabiduría de Dios” (Efesios 3: 10). Del análisis de este capítulo y con el tema de la unidad como objetivo, puede verse que aquellos que anhelen facilitar la unidad del cuerpo de Cristo tendrán que enfrentar algunos desafíos. Veamos cuales son:
Desafío a enfrentar #1
Vivir conforme a la identidad (Efesios 4:1-5)
Como ya enseñamos, la identidad está determinada por las bendiciones espirituales en Cristo. Y las bendiciones espirituales en Cristo dicen que somos: Redimidos, (Efesios 1: 7-8), santos (Efesios 1: 4), hijos adoptivos (Efesios 1: 5 – 6) y herederos (v. 11 – 12). Ahora bien,¿cómo es vivir conforme a esa identidad? La respuesta es: “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4: 3 – 4).
Desafío a enfrentar #2
Accionar conforme a los dones recibidos (Efesios 4:7-11)
Todos tenemos algún don (Efesios 4: 7) El don es concedido por gracia. (Efe 4:7). La función de los dones es el crecimiento individual de los miembros (Efe 4:13), la unificación del cuerpo de Cristo (Efe 4:13) y la protección de las corrientes heréticas (Efe 4:14) El accionar conforme a los dones produce un crecimiento en amor.
Desafío a enfrentar #3
Conformarnos a la mente de Cristo (Efesios 4:17-21)
El pasaje bíblico señala un contraste entre las dos tipos de mentes: La mente vana que corresponde a los gentiles (Efesios 4: 17) y una mente renovada que corresponde a los creyentes (Efesios 4: 20, 23). Esta mente renovada debe tomar la forma de la mente de Cristo (Efesios 4: 21, 1 Corintios 2: 16).