Texto bíblico: Hechos 10: 44-48
Uno de los textos bíblicos al que mayormente hacemos referencia los pentecostales es Hechos 1:8, “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Es interesante que la palabra poder es dunamis en griego. De donde proviene la palabra castellana dinamita. Dunamis indica que el poder que da el Espíritu Santo es algo milagroso, explosivo. Cuando Pedro predica en la casa de Cornelio el sermón termina por la explosión del Espíritu. Todos los presentes reciben el Bautismo del Espíritu Santo y hablan en lenguas y explotan en alabanzas a Dios.
Todos podemos y debemos producir tal manifestación de poder cuando prediquemos a Cristo. Y si al igual que Pedro, combinamos correctamente algunos elementos, el poder de Dios se manifestará. Veamos los elementos que se deben combinar para que se manifieste el poder de Dios.
Elemento #1
El trato de Dios con la persona necesitada (Hechos 10:4)
Debe reconocerse la acción de Dios para salvar a Cornelio. Dios, quien conoce la piedad de Cornelio, envía un ángel con instrucciones para que el centurión romano pueda conocer el plan de salvación. El apóstol Pedro solo tiene que continuar la tarea iniciada por el Señor.
En el Manual «Extensión del Reino de Dios» que utilizamos en el 2° nivel de la EVyD se presentan cinco formas de reconocer cuando Dios está tratando con una persona. Estas son: (a) La convicción del Espíritu Santo respecto a pecado, justicia y juicio (San Juan 16:8). (b) La crisis existencial (Hechos 9:1-9). (c) Las experiencias espirituales (Hechos 10: 1-8). (d) Necesidades físicas (Hechos 14: 8-10) y (e) El hambre espiritual (Hechos 16: 25-34). Quien desee manifestar el poder de Dios deberá reconocer a las personas con quien Dios está tratando para salvación y sumarse a lo que Dios está haciendo.
Elemento #2
Centralidad de Jesús en el mensaje predicado (Hechos 10:36-43)
Jesús debe ser el centro de la predicación. En el resumen del mensaje que Pedro predica en la casa de Cornelio (Hechos 10:36-43) 14 veces se menciona a Jesús o el pronombre correspondiente. La consecuencia natural de predicar un mensaje donde Jesús es el centro puede verse en el versículo 44 “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso”. Se manifestó el poder de Dios.
Elemento #3
El ministro con disposición al cambio (Hechos 10:34)
La persona que Dios usará para manifestar su poder no será precisamente aquella que entiende todo correctamente, sino más bien la que está dispuesta a cambiar conforme Dios le guié. En el capítulo 10 se puede ver el cambio profundo que sucede en la creencia de Pedro. A él le parecía abominable entrar en casa de un gentil. Sin embargo, cambia su forma de pensar cuando Dios trata con él.
Ahora bien, el cambio es posible cuando pasamos tiempo de ministración con Dios utilizando los recursos pentecostales. ¿Cuáles son los recursos pentecostales? Según Hechos 2:4, 17-18 los recursos pentecostales son: Las lenguas, las visiones, los sueños y las profecías.
Puede verse la ministración con los recursos pentecostales, en el caso de Pedro, cuando en oración tiene un éxtasis que le lleva a una visión. En la visión Dios le enseña que sus pensamientos respecto a los gentiles están equivocados. Entonces Pedro se dispone a cambiar de acuerdo a la dirección de Divina.
Preguntas de aplicación
- ¿Puedes mencionar algunas personas en tu entorno en la que reconozcas que Dios está tratando con ellas?
- ¿Cómo puedes sumarte a lo que Dios está haciendo?
- ¿Cuál de los recursos pentecostales utilizas más en tu tiempo de ministración al Señor?
- ¿Cuál de los recursos pentecostales nunca experimentaste? ¿Estás dispuesto a experimentarlo? Díselo al Señor en oración.