Téxto bíblico: Génesis 12:1-9
Cuando Dios me llamó al pastorado enseguida hice un cambio radical. En ese entonces trabajaba como gerente comercial en una distribuidora de libros e impulsado por el llamado divino presenté mi renuncia. ¡Qué grave error cometí! No fue sino hasta 16 años después en que me dediqué a tiempo completo al pastorado. Aunque debía realizar cambios para cumplir con el propósito de Dios, la renuncia a mi empleo fue una equivocación que lamenté mucho.
Cuando Dios llamó a Abram, le impulsó a realizar cambios radicales, pero no cualquier tipo de cambios. Sino aquellos que perfeccionaran a Abram para cumplir con la misión que le cabía. Es decir los cambios perseguían objetivos muy precisos.
Es por tanto, muy importante realizar cambios para responder a las demandas divinas. Pero es necesario considerar los objetivos por los cuales realizarlos. A partir de la experiencia de Abram, en Génesis 12, analicemos los objetivos que deben perseguir los cambios que debemos realizar.
Objetivo #1
Transformarnos en una persona de fe (Génesis 12:1, 7, 8)
Cuando Dios le da la orden a Abram de salir de su tierra y parentela no le indica el lugar donde debe irse. Le dice Jehová: “a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Esa incertidumbre de no saber el lugar de destino le expone a Abram a detenerse a cada momento, realizar un sacrificio y esperar dirección de Dios. Esta experiencia de sacrificios de invocación a Dios y la posterior respuesta divina transforman a Abram en un hombre de fe.
Es por tanto necesario hacer cambios que nos expongan a una dependencia de Dios, para así ser transformados en personas de fe.
Objetivo #2
Posicionarnos en una relación correcta con Dios (Génesis 12: 1)
La orden de abandonar su parentela tiene un objetivo muy práctico, este es, terminar con la dificultad que significaba el patriarcado. Conforme a la costumbre de su tiempo, el que dirigía la familia era el más anciano. En este caso el padre de Abram. Las decisiones eran tomadas por el patriarca y todos se sujetaban a lo que él determinaba. Esto impedía que Abram respondiese a las directivas de Dios, puesto que tenía a alguien por encima de él. Abram necesitaba realizar cambios que lo coloquen en una relación directa con Dios, sin intermediarios.
Objetivo #3
Establecernos en el lugar del propósito (Génesis 12:5-9)
El propósito final de Dios para con Abram era crear una nación a través de la cual bendecir a todas las familias de la tierra (Génesis 12:2). Para eso Abram debía vivir en la tierra de Canaán. De ahí la necesidad del cambio radical de salir de la tierra de Harán, donde se había enriquecido, (Génesis 12:5) hacía una tierra desconocida y peligrosa. El objetivo era establecer a Abram en el lugar donde Dios cumpliría sus planes.
Preguntas de aplicación:
- ¿Qué situaciones difíciles están transformándote en una persona de fe?
- Para relacionarnos correctamente con Dios tenemos que establecer las relaciones: Padre – hijo (Romanos 8:14-17), Señor – siervo (Hechos 9:6) y Proveedor – dependiente (Filipenses 4:19). ¿En cuál de estas relaciones necesitas crecer más? ¿Por qué?
- ¿Qué Dios te pide que hagas en este tiempo? ¿Qué cambios necesitas hacer para estar en el lugar de tu propósito?