Texto bíblico: Isaías 6:1-8
Un refrán dice: “Todo depende del lente con que se mire”. Este refrán es cierto desde el punto de vista de la percepción pero no de la esencia de las cosas. Por ejemplo, Yo puedo percibir en una noche oscura a dos luces que vienen hacia mí como dos motos, pero si es un auto, ¡hay de mi! Una precepción equivocada puede traer consecuencias terribles.
Respecto a la necesidad de consagración podemos decir lo mismo. Alguien puede decir que las demandas de Dios son exageradas, pero de todas maneras deben cumplirse. Más allá de la percepción que tengamos, Dios demanda obediencia.
Poco antes de empezar a profetizar acerca del nacimiento del Mesías (Isaías 9:1-7), Isaías tiene una visión de la santidad, grandeza y majestad de Dios. En esa experiencia recibe algunos conceptos que lo impulsan a la consagración. De la experiencia de la visión de Isaías podemos ver algunos conceptos en nuestra visión que facilitan la consagración.
Concepto #1
Tener una visión correcta de Dios (Isaías 6:1-5)
Isaías tiene una visión espiritual, no posible por los sentidos humanos. Esta visión le hace comprender la santidad, el poder y la gloria de Dios. Esto es fundamental para el futuro ministerial de Isaías ya que tendría que enfrentar a un pueblo rebelde y a la oposición de los gobernantes.
En la Biblia encontramos una gran cantidad de siervos que fueron corregidos en su comprensión de Dios o fortalecidos para consagrarse, mediante una experiencia individual.
La visión correcta de Dios principalmente se obtiene por el estudio de las escrituras. Así también Dios utiliza a hombres y mujeres constituidos en diferentes ministerios para corregir e instruir acerca de la persona de Dios y sus propósitos (Efesios 4:11). De igual manera, la iglesia recibe una visión correcta de Dios a través de experiencias espirituales como los sueños y las visiones (Hechos 2:17 – 18)
Cualquiera sea la forma, necesitamos tener una visión correcta de Dios. Caso contrario la consagración será difícil.
Concepto #2
Tener una visión correcta de nosotros mismos (Isaías 6:5-7)
El profeta ve a Dios en su santidad y su primer pensamiento es que se morirá, ya que es un pecador. Pues, una visión correcta de nosotros mismos empieza por la comprensión de la condición de pecadores y por tanto nuestra incapacidad de permanecer delante de Dios por nuestros propios medios (Romanos 3:23). Así también la comprensión del poder que el pecado puede tener sobre nosotros (Romanos 6:23). Finalmente, comprender el poder de Dios para santificar a todo aquel que se acerca a él en arrepentimiento y confesión (Romanos 5:8, 1 Juan 1:9).
Concepto #3
Tener una visión correcta de nuestro propósito (Isaías 6:8)
Isaías recibió una imponente visión de Dios en su gloria. También recibió de Dios la santificación necesaria para permanecer delante él. Pero toda aquella experiencia maravillosa tenía una razón de ser. Dios estaba buscando un profeta. La visión no fue un premio para Isaías sino más bien una forma en que Dios se proveía de un obrero para sus planes.
Es decir, todo lo que necesitemos de Dios estará a nuestro alcance en la medida que nos consagremos a él. Que estemos dispuestos a vivir para sus propósitos. Recuerde: Dios no vive para usted, usted debe vivir para Dios.
Preguntas de aplicación:
- ¿En qué áreas de tu vida (familia, trabajo, economía, estudio, iglesia) necesitas una visión correcta de Dios? ¿Qué estás haciendo para recibirla?
- ¿Qué fue o es más difícil cambiar para mejorar tu consagración?
- ¿Qué pide Dios de vos en este tiempo? ¿Cuándo lo vas a empezar a hacer?