Texto bíblico: Lamentaciones 3:21-33
Antes de conocer a Cristo incursioné en la enseñanza de la Nueva Era sobre el pensamiento positivo. Dedicaba mucho tiempo a tratar de cambiar mi forma de pensar, de ser positivo para enfrentar los desafíos de la vida diaria. Lo cierto es que caí en un vacío emocional tan grande que quería quitarme la vida. Por la misericordia de Dios escuche el mensaje de salvación en Jesús y todo cambió.
Lamentablemente, en los últimos 20 años la iglesia de Cristo fue afectada por el pensamiento positivo. Un mensaje muy humanista se escucha desde los púlpitos neopentecostales. Y aunque hay mucho para pensar positivo, lo que debe llenar nuestros pensamientos son las verdades de Dios.
Esto es lo que hace Jeremías en medio de la desolación de Jerusalén. El templo está en ruinas. El castigo por el pecado que tanto anunció el profeta llegó. El pueblo, al ser desechado de la presencia de Dios solo podía entonar cantos fúnebres. Sin embargo, Jeremías encontró la forma de permanecer en la presencia de Dios, en medio de su lamento llena sus pensamientos de las verdades de Dios y Dios vuelve a ser real para él.
Si quieres permanecer en la presencia de Dios a pesar de tus errores, y los pecados que te rodean necesitas llenar tus pensamientos de las verdades de Dios. Permítanme presentar algunas verdades que deben llenar los pensamientos.
Verdad #1
La misericordia de Dios se renueva cada día (Lamentaciones 3:22-23)
Cuando Jeremías casi había perdido la esperanza recordó algo que le permitió recuperarla: las misericordias de Dios. La palabra hebrea para misericordias es jesed, significa bondad, amor constante, gracia, misericordia, fidelidad y devoción. Puede ser traducida también como pacto de amor.
Que la misericordia de Dios se renueva cada día quiere decir que la relación con Dios no se trata de la fe que tengamos, ni depende de que tan bien hagamos las cosas. Todo se sustenta en el pacto de amor. Dios decidió amarte por siempre. Si llenas tus pensamientos de la misericordia de Dios, el tiempo devocional será un gozo, sin culpas.
Verdad #2
La seguridad del creyente proviene de Dios (Lamentaciones 3:24–30)
Esta verdad tiene sustento en la frase “mi porción es Jehová; por tanto esperaré en él”. Para comprender esta frase debe considerarse que Jeremías era un sacerdote. Los sacerdotes al igual que todos los descendientes de Leví no recibieron una porción de tierra para cultivar y obtener el sustento económico, por el contrario, los levitas debían vivir de las ofrendas y diezmos del pueblo de Israel. Dios les dijo, no van a tener una porción de tierra, Jehová es su porción, es decir Jehová mismo los sostendría.
La Biblia declara en 1 Pedro 2:9 que los creyentes somos sacerdotes, por tanto no dependemos de lo que tenemos, nuestra seguridad está en Dios.
Verdad #3
La compasión de Dios pone límites a las pruebas (Lamentaciones 3:31-33)
A pesar del sufrimiento Jeremías tiene una clara visión sobre la naturaleza de Dios, dice el profeta: 1) El Señor no desecha para siempre; 2) se compadece, 3) no aflige voluntariamente. Aunque los sufrimientos relatados en lamentaciones son consecuencia del pecado y el pueblo merecía el castigo, Dios en su compasión limitó el tiempo del sufrimiento (Jeremías 25:11).
Cuando experimentamos crisis, dificultades o dolor, esta verdad debe llenar nuestros pensamientos: La compasión de Dios pondrá límites a la prueba. Dios no tardará, sino actuará a nuestro favor en el momento oportuno.
Preguntas de aplicación:
- ¿Qué situaciones te hacen sentir inseguro?
- ¿Puedes compartir una dificultad en la que esperas que Dios ponga límites?
- Relata una oportunidad donde experimentaste la misericordia de Dios
- Tomen tiempo para dar gracias a Dios por estas verdades.