Texto bíblico: Hechos 9:1-19
Dios es el primer interesado en que se cumplan en nosotros sus promesas. Puesto que sus promesas están relacionadas con sus planes para la salvación de la humanidad, Dios actuará persistentemente para llevarnos al principio del cumplimiento de las promesas. Tal es así, que en ocasiones nos encontraremos con situaciones en que se producirán cambios inesperados para nosotros, pero no para Dios.
Esto fue lo que le sucedió a Saulo de Tarso. Marchaba convencido de sus planes contra la iglesia rumbo a Damasco, cuando Jesús se le apareció en el camino y llegaron los cambios inesperados. Saulo, sin embargo, se sobrepuso a los cambios y se transformó en el apóstol Pablo. ¿Cómo fue esto posible?, pues reaccionó correctamente ante los cambios inesperados.
Todos experimentamos cambios inesperados en la vida y de la forma en que reaccionamos ante ellos depende si somos transformados para bien o si quedamos en el camino. Veamos cuales son las reacciones correctas ante los cambios inesperados.
Reacción #1
Hacer uso de los recursos espirituales (Hechos 9:9, 11)
Los recursos espirituales que utiliza Saulo en ese momento tan crítico son dos: El ayuno y la oración. Saulo, como buen judío, sabía perfectamente lo que debía hacer ante un cambio inesperado. Conocedor del Antiguo Testamento recordaría lo que hizo Daniel cuando necesitó comprender los conflictos que percibía (Daniel 10:1-3) o la forma en que Ester se fortaleció para salvar a su pueblo (Ester 4:16). Así que emprendió un tiempo de ayuno y oración hasta encontrar la salida a la crisis en que se encontró.
La utilización del ayuno que hace es totalmente radical. No ayuna como una disciplina espiritual, sino como la única opción. En un ayuno total, sin comida ni agua, no se puede vivir más de una semana. Esto demuestra que Saulo entiende que solo Dios tiene una respuesta para él. Pues Jesús no demora la respuesta, por el contrario es pronto para socorrer a quienes lo buscan apasionadamente.
Reacción #2
Permitir la ministración de personas espirituales (Hechos 9:17- 19)
Existe un gran contraste entre el Saulo soberbio que tenía la autoridad para encarcelar cristianos y el que recibe la oración de Ananías. Ahora Saulo reconoce que estuvo equivocado y aquellos a quienes perseguía son los que hoy necesita para enfrentar el cambio inesperado. De esta manera, recibe la oración, instrucción y bautismo del discípulo Ananías.
Debe señalarse la importancia que el que nos ministre en tiempo de cambios inesperados sea una persona espiritual. En 1 Corintios 2:14-15 y 3:1-3 se indican las diferentes personas según su capacidad para entender las situaciones espirituales: a) El Hombre natural, 1 Co. 2:14; b) El hombre espiritual 1 Co. 2:15; y 3) El hombre carnal, 1 Co 3:1
Reacción #3
Actuar conforme al propósito de los cambios (Hechos 9:20-22)
La crisis que experimentó Saulo perseguía un propósito, hacer de él un Apóstol a los gentiles. Pues, sin dudarlo y apenas sucedido el cambio inesperado ya está cumpliendo el propósito. Esta actitud lo saca de la confusión a una nueva vida llena de la gloria de Dios.
En Cristo no existen las casualidades sino la causalidad. Nos toca entender el propósito que Dios tiene con las experiencias difíciles y movernos a cumplir la voluntad divina para nuestras vidas
Preguntas de aplicación:
- ¿Qué cambios deberías hacer para confirmar que entiendes que solo Dios tiene la respuesta para tu vida?
- ¿Alguien espiritual ministra tu vida? ¿quién y en qué tiempo?
- ¿Puedes compartir una experiencia que estás viviendo que te indica que necesitas hacer cambios?