Texto: Génesis 39:1-9
Mi crecimiento espiritual inició con la imitación de los personajes de la Biblia. Y creo que esto es común a la mayoría de nuevos creyentes. Leer sobre la vida de los personajes bíblicos inspira y direcciona a lo que Dios demanda de sus hijos.
En este sentido, José es el ejemplo perfecto para aquellos que anhelan consagrarse a Dios pero están rodeados de dificultades. Odiado por sus hermanos, vendido como esclavo, sufrió la infamia y el olvido. Sin embargo, en todas las vicisitudes que experimentó siempre fue fiel a Dios. La consagración de José superó toda prueba. Y al superar todas las pruebas alcanzó la promesa de Dios para su vida.
Los que anhelamos cumplir con la consagración que Dios demanda haremos bien en tomar ejemplo de José. Si le preguntáramos a José ¿Cómo lograr consagrarse en medio de las dificultades? Creo que él nos respondería: “tres son las claves para permanecer consagrados hasta experimentar el cumplimiento de las promesas de Dios”. Veamos estas claves para permanecer en consagración.
Clave #1
La búsqueda del Plan de Dios (Génesis 37:5-11)
En su adolescencia José conoció el plan de Dios para su vida por medio de sueños. Este conocimiento fue determinante para enfrentar las diferentes dificultades. Fortalecido por el plan de Dios para su vida, José permaneció confiado en Dios ante cada prueba. La experiencia de José no es única. Puede verse por toda la Biblia como Dios dirige a sus hijos hacia sus propósitos. Dios habla de diferentes maneras a aquel que quiere conocer la voluntad divina. Y conocer el plan de Dios traerá una fortaleza imprescindible para los tiempos difíciles
Clave # 2
Determinarse a experimentar a Dios en cada tarea (Génesis 37:2, 39:1-6, 20-23)
La lectura de Génesis 37 al 39 revela el proceso de preparación para que José llegara a ser Gobernador de Egipto. Inicia como ayudante de pastor de ovejas, luego es el supervisor de los pastores, por la traición de sus hermanos es vendido como esclavo y de sirviente pasa a ser mayordomo, una nueva traición lo lleva a la cárcel y de la cárcel a la administración del Imperio Egipcio. Lo interesante es que en cada tarea Dios estaba con él.
Cada tarea realizada, por pequeña que parezca es un paso hacia lo que Dios tiene para nosotros. El respaldo de Dios sobre una tarea pequeña alienta para la próxima que podrá crecer en desafíos.
En cada tarea Dios se revela y nos acercará a experimentar el cumplimiento de sus promesas. Jesús lo dijo así: “sobre poco fuiste fiel sobre mucho te pondré” (Mateo 25:23).
Clave #3
Tener un mentor (Génesis 37:2-3)
La mentoría es una relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento. El mentor es aquella persona que impulsa a su mentorado a llegar a la plenitud de lo que Dios tiene para él. El mentor es aquel que puede comprender la visión que tiene Dios para su discípulo.
En el caso de José su mentor era Jacob su padre. Jacob escucha los sueños de grandeza de su hijo, medita en ellos y lo impulsa a alcanzarlos. Esto es evidente al utilizar a su hijo como supervisor de sus hermanos, mucho mayores en edad que él, y además al hacerle una túnica, propia de los príncipes, para que José utilice.
El modelo de un mentor impulsando a su mentorado es repetido una y otra vez en la Biblia: Moisés y Josué, Elías y Eliseo, Jesús y los apóstoles, Bernabé y Pablo, Pablo y Timoteo.
Preguntas de aplicación:
- ¿Qué haces para conocer el plan de Dios para tu vida?
- ¿Qué puedes hacer para que Dios se manifieste en tus tareas?
- ¿Cómo puedes tener un mentor?
- ¿Qué se te hace más difícil de tener un mentor?