Texto bíblico: 2 Timoteo 1:6-14
En nuestra labor de consejeros, al escuchar las dificultades por las que pasan los aconsejados, tenemos la tentación de actuar como gallinas cuidando a sus pollitos. Quisiéramos “apapachar” al que sufre y decirle que todo va a pasar. Aunque, por lo general, eso no es lo conveniente.
El apóstol Pablo, aconsejando a su hijo espiritual, le recuerda que la tarea que tiene por delante es muy difícil. Es aún joven y tiene que pastorear y constituir líderes en la iglesia. Además debe enfrentar a enemigos de adentro y fuera de la comunidad de fe. La responsabilidad es mucha, sin embargo, en vez de compadecerse de su discípulo con tantas responsabilidades, en medio de los consejos, le da órdenes muy precisas a que aumente su esfuerzo. Por ejemplo: “aviva el fuego del don de Dios” (2 Timoteo 1:6), “no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor” (2 Timoteo 1:8), “retén la forma de las sanas palabras” (2 Timoteo 1:13) y “participa de las aflicciones por el evangelio” (2 Timoteo 1:8). Las palabras del apóstol parecen muy duras para un joven ante una situación difícil, pero claro está que junto con las órdenes, le recuerda que también tiene de Dios lo suficiente para cumplir con las demandas.
Todos debemos asumir como si fueran para nosotros, las órdenes que el apóstol dio a Timoteo, pues fueron escritas para nuestra instrucción (2 Timoteo 3:16). Así también, debemos atesorar las dádivas divinas que nos permiten cumplir con lo que Dios nos demanda. Más aún nuestra concentración debe estar en las dádivas de Dios por encima de las demandas. Veamos las dádivas de Dios que permiten permanecer en el plan de Dios.
Dádiva #1
Gracia (2 Timoteo 1:9)
La razón por la cual podemos hacer algo para Dios es la gracia. La gracia es el favor inmerecido de Dios. Por gracia Dios nos salvó de la condenación por el pecado (Romanos 6:23). Por gracia nos concedió un propósito de vida. Por gracia nos santifica para que podamos estar en su presencia. Y esta misma gracia nos sostendrá ante cada dificultad.
Dádiva #2
Autoridad (2 Timoteo 1:6-11)
La autoridad también es una dádiva que permite permanecer en el plan de Dios. En el contexto de 2 Timoteo 1, la autoridad está concedida en diferentes áreas que pudieran truncar la posibilidad de permanecer en el plan de Dios. Estás áreas son: El carácter (2 Timoteo 1:7), el ministerio (2 Timoteo 1:6, 11) y las adversidades (2 Timoteo 1:8). La autoridad concedida sobre estas áreas nos asegura la posibilidad de ser victoriosos.
Dádiva #3
El Espíritu Santo (2 Timoteo 1:14)
La mayor dádiva de todas y por la cual todas las cosas son posibles es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es Dios mismo viviendo en el creyente. No disponemos el espacio para explicar todo lo que esto significa, pero presentamos un listado resumido:
- Unge para el servicio – Lucas 4:18
- De él nacen los creyentes – Juan 3:3-6
- Glorifica a Cristo – Juan 16:14
- Guía a la verdad – Juan 16:13
- Convence de pecado – Juan 16:9, 14
- Da poder a los creyentes – Lucas 24:49
- Testifica de Jesús – Juan 15:26
- Enseña – Juan 14:26
- Da certeza – Romanos. 8:15, 16; Gálatas. 4:6
- Llena – Hechos 2:4; 4:29-31; 5:18-20
- Otorga dones – 1 Corintios. 12:8-11
- Ayuda nuestra debilidad- Romanos. 8:26
- Inspira la oración – Efe. 6:18; Judas 20
- Intercede – Romanos. 8:26
- Guía – Romanos. 8:14
- Moldea el carácter – Gálatas. 5:22-23
- Sella – Efe. 1:13-14; 4:30
- Fortalece – Efe 3:16; Hechos 1:8;2:4; 1 Corintios 2:4
- Da victoria sobre la carne – Romanos. 8:2-4; Gálatas. 4:6
- Ayuda en la adoración – Filipenses. 3:3
Con todas estas acciones que hace el Espíritu Santo en nosotros estamos seguros que podemos permanecer en la plenitud del plan que Dios tiene para nuestras vidas.
Preguntas de aplicación:
- ¿Ante que debilidad necesitas que la gracia te sostenga?
- En el contexto de 2 Timoteo 1, la autoridad es concedida en tres áreas ¿En qué área necesitas más experimentarla? ¿Por qué?
- ¿Qué obra necesitas del Espíritu Santo en este tiempo para cumplir con el plan de Dios?