Texto bíblico: Hechos 8:1-8
Hernán Cortés, el conquistador español, hundió sus barcos al llegar a las costas de México. Su determinación de conquistar fue tan firme que destruyó toda posibilidad de volver a atrás.
Este hombre asumió un compromiso total con la misión que tenía. ¿Qué tan comprometidos estamos nosotros con la misión de Dios para nuestra vida? Por la Biblia sabemos que Dios tiene un plan único para nosotros. ¿Qué tan lejos estamos dispuestos a llegar por cumplir ese plan? La respuesta es evidente por nuestras acciones y no por nuestras palabras, así como lo hizo Hernán Cortez. Hay dos lugares posibles en los que podemos estar hoy, en cumplimiento del plan de Dios o en el proceso de comprenderlo.
El mensaje de hoy, sustentado en la experiencia de Felipe de sembrar una nueva iglesia en Samaria, pretende ayudarnos en la comprensión de lo que Dios nos está llamando a hacer. Podemos comprender lo que Dios nos está llamando a hacer si tomamos en cuenta algunos puntos de reflexión. Veamos algunos puntos de reflexión para comprender lo que Dios está llamando a hacer.
Punto de Reflexión #1
Las circunstancias (Hechos 8:4-5)
El diccionario de la RAE define a circunstancias como: Accidente de tiempo, lugar, modo, etc., que está unido a la sustancia de algún hecho o dicho; conjunto de lo que está en torno a alguien; el mundo en cuanto mundo de alguien. Considerar las circunstancias permite comprender lo que Dios nos está llamando a hacer. El caso de Felipe es un claro ejemplo de ello.
Felipe fue elegido para una tarea relevante en una iglesia creciente (Hechos 6:5-6). Sin embargo, al poco tiempo las circunstancias se pusieron adversas. Saulo empezó una persecución contra los creyentes y todos tuvieron que huir de Jerusalén. Las circunstancias son negativas y parecen detener la gran obra que Dios está haciendo en Jerusalén y frustra a Felipe en su reciente nombramiento como diácono. Pero a su vez lo impulsa en una nueva tarea, plantar una nueva iglesia en Samaria.
Es decir, Felipe fue electo para diácono, pero Dios tenía otros planes para él. Los nuevos planes se pusieron al descubierto por las circunstancias, que aunque parecían difíciles, era la forma de Dios para llevar a su siervo a una nueva tarea.
Punto de Reflexión #2
La necesidad percibida (Hechos 8:7)
El panorama que encuentra Felipe cuando llega a Samaria es desolador. Una ciudad sumida en la brujería, multitudes poseídas por demonios y enfermos por doquier. El estado de la ciudad, lejos de desanimar a Felipe lo impulsa a ejercitar el nuevo ministerio. La devastación de la ciudad es una gran oportunidad para este evangelista. Y de las ruinas de Samaria se levanta una iglesia poderosa.
Este es el punto de reflexión: la necesidad que vemos. Cuando sentimos una necesidad que quebranta el corazón, aun cuando los demás no la ven es una señal de lo que Dios está llamando a hacer.
Punto de Reflexión #3
Los dones concedidos (Hechos 8:6)
Los dones son capacidades sobrenaturales que Dios concede a sus hijos para extender el Reino de Dios y la edificación de los creyentes. Felipe tenía un don particular, el de evangelista (Hechos 21:8) Este don de evangelista fue acompañado de otros dones (1 Corintios 12:4-11). Los dones evidenciaban que Felipe era el escogido para iniciar la iglesia en una ciudad como Samaria.
Se hace necesario reflexionar sobre los dones que Dios nos concedió y sobre las operaciones del Espíritu Santo que son habituales en nuestra vida. Esta reflexión puede traer luz a nuestra búsqueda por comprender lo que Dios nos está llamando a hacer.
Preguntas de aplicación:
- ¿Qué circunstancias a tu alrededor pueden indicarte lo que Dios te está llamando a hacer?
- ¿Estás experimentando cambios en tu entorno?
- ¿Qué necesidad falta suplir en la iglesia o en la comunidad? ¿Cuál sería tu responsabilidad en esa necesidad?
- ¿Qué dones te concedió el Señor? ¿Los estás usando?