Estar Listos para Escuchar
Hechos 10:1-23
Un distintivo de la teología pentecostal es que cree que Dios no solo escucha cuando se le habla sino que también Dios habla de diferentes maneras. El texto de Hechos 10 es suficiente apoyo bíblico para este distintivo, por un lado Cornelio recibe a un ángel que le trae palabras de Dios, y por el otro Pedro tiene una visión y después de la visión el Espíritu Santo le habla en forma audible.
La experiencia de Hechos 10 también resalta la importancia de que Dios hable para corregir de errores. Precisamente, la visión que recibe Pedro apunta a corregir un error de concepción en la teología de salvación que el apóstol tenía.
Es por demás importante que recibamos palabra de Dios, para eso hay algunos principios de vida que permiten estar listos para escuchar a Dios hablar. Consideremos estos principios de vida.
Principio #1
La disciplina devocional (Hechos 10:1-2, 9)
Aunque Cornelio no tenía una experiencia personal con Dios aprendió de los judíos con los que se relacionaba la disciplina devocional. Fue en medio de si tiempo diario de oración cuando el ángel le trajo la palabra para bendecir su vida. Por su parte, Pedro parece estar en el momento de entrega del ayuno cuando tiene la visión y escucha la voz del Espíritu Santo dirigiéndole al siguiente paso en su ministerio de salvación. Ambos, en diferentes lugares practicaban la disciplina devocional y fue en medio de esta práctica donde escucharon la voz de Dios.
Principio #2
La Acción a favor del prójimo (Hechos 10:1-4)
Es por demás ilustrativo que la razón que el ángel aduce como razón por su presencia con un mensaje de Dios es que las limosnas de Cornelio subieron para memoria delante de Dios (Hechos 10:4). Limosnas, en griego eleemosune, significa compasión, beneficencia ejercida hacia el pobre. Concretamente, Dios le habló a Cornelio porque el daba dinero para los pobres. Hacía obras de beneficencia a favor de los desprotegidos.
Surge la pregunta ¿Dios premia a quien ofrenda a favor de los desprotegidos? así es. Esto es consistente con los planes de Dios, el cual es: manifestar su amor la humanidad. Así como el empresario premia a sus empleados cuando estos llegan a las metas establecidas, Dios que tiene como meta salvar a la humanidad premia a aquellos que contribuya a alcanzar la meta de divina.
Principio #3
La disposición a responder a la dirección divina (Hechos 10:7-8, 19-23)
Tanto Cornelio como Pedro responden a la dirección de Dios. Cornelio envía a uno de sus fieles soldados a buscar a Pedro y Pedro va a casa de Cornelio. Ambas respuestas son difíciles de realizar, en el caso de Cornelio, buscar a un desconocido en base a una “visión”, y en el caso de Pedro, visitar a un pagano. Pedro mismo relata en hechos 10:28 lo difícil que fue para él obedecer “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero…” Sin embargo, ambos responden a la dirección de Dios.
Responder implica reconocer que nuestra vida tiene propósitos más importantes que nuestras necesidades, sueños o deseos, pues somos parte de la estrategia de Dios para alcanzar propósitos más sublimes. En el caso de Cornelio y Pedro, no solo se trataba de un devoto que necesitaba conocer a Cristo, en esta experiencia está en juego la salvación de toda la humanidad en todas las generaciones, pues a partir de esta experiencia los apóstoles entienden que la salvación no es solo para los judíos sino para toda la humanidad. Entonces, no se trata de si Pedro superará la prueba de visitar extranjeros o si Cornelio alcanzaría la salvación, estaba en juego algo más grande que ellos mismos.
Aplicación:
- ¿Qué es más difícil de practicar para usted, la disciplina devocional o la beneficencia? ¿En que debe mejorar para escuchar la voz de Dios?
- ¿Qué fue lo último que Dios le pidió que haga? ¿Lo hizo?