Diferencias entre hermanos
Romanos 14:1-23
Una de las áreas con las que tuve que lidiar en mi crecimiento espiritual fue con la de discutir sobre diferentes temas, en especial sobre como vivir la vida cristiana. Tenía poca capacidad para aceptar la disensión en temas que yo consideraba claros, y era muy radical a la hora de tratar temas de la conducta cristiana. Esta radicalidad me llevaba a contender con los hermanos en la fe y finalmente mis reacciones se terminaban oponiendo a mis demandas de santidad, pues perdía el control en las discusiones. Fue así que Dios, en un devocional matutino, me habló a través de Tito 3:9. Recuerdo que en el momento que tuve que escribir la aplicación del texto para mi vida puse: “debo dejar de pelear con…”. Entendí con ese devocional que era necesario aprender a manejar las diferencias con los hermanos en la fe.
El capítulo 14 de Romanos trata sobre una diferencia que mantiene enfrentados a dos grupos de la iglesia en Roma. Por un lado los que gustan de comer carne y por el otro los vegetarianos. La forma en que el apóstol propone terminar con la diferencia es muy enriquecedora para aprender a tatar las diferencias entre hermanos hoy. El estudio del texto deja en claro que no debe preocuparnos tanto que haya diferencias, sino la forma en que las tratamos. Para tratar las diferencias de manera correcta es necesario primero responder internamente algunas preguntas. Consideremos las preguntas que debemos responder antes de confrontar las diferencias con los hermanos.
Pregunta #1
¿Es un siervo de Cristo aquel con el que tengo una diferencia? (Romanos 14:4-9)
Esta pregunta enfrenta dos verdades muy importantes que deben ser tomadas en cuenta a la hora de enfrentar las diferencias. Primero, si es un siervo de Cristo aquel con el que tengo una diferencia, Jesús, quien murió y resucitó por él, ministrará su vida y “estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerlo estar firme” (Romanos 14:4). Segundo, cuando menosprecio o maltrato a mi hermano por las diferencias que tenemos, en alguna manera estoy enseñoreándome de él y por ende enemistándome con Jesús. Por tanto, al considerar el señorío de Cristo en la vida de mi hermano estoy honrando al Salvador y reconociendo que es poderoso para cuidarlo.
Pregunta #2
¿Mis motivaciones para tratar las diferencias superarán el Tribunal de Cristo? (Romanos 14:10-13)
El tribunal de Cristo es el juicio donde nuestras obras serán juzgadas. No es un tribunal donde se condenará al fuego del infierno por causa de los pecados, sino donde se dará cuentas por lo que se haya hecho mientras se estaba vivo (2 Corintios 5:10). En este tribunal serán conocidas nuestras motivaciones por las cuales servimos a Dios o contendimos con los hermanos (1 Corintios 4:5). Si nuestras motivaciones eran equivocadas, egoístas, sin amor, serán dadas a conocer y recibiremos vergüenza u honra según corresponda (1 Corintios 3:12-15).
Por eso debemos hacer la pregunta: ¿Mis motivaciones para tratar las diferencias superarán el Tribunal de Cristo? Pues, es posible que gane la discusión por la diferencias e incluso el otro me pida perdón por los errores que le demostré, pero si las motivaciones eran incorrectas de nada me servirá tener la razón o ganar una contienda cuando esté delante de Cristo.
Pregunta #3
¿Confrontar las diferencias honrará el sacrificio de Cristo? (Romanos 14:15-21)
Cuando de diferencias entre hermanos se trata, honrar el sacrificio de Cristo es lo más importante. Jesús fue a la cruz para la salvación de la humanidad. Nuestra mayor preocupación debe ser que todos aquellos que Jesús trajo a su Reino permanezcan en él. Por tanto, cuando una diferencia puede provocar que mi hermano se aleje de la fe, es menester perder, negarse a uno mismo a fin de cuidar a aquel por quien Cristo murió. Nunca debemos permitir que la obra de Dios se eche a perder porque deseamos ganar una discusión.
Aplicación:
- ¿Qué situaciones le generan molestia en la relación con los hermanos en la fe?
- Luego de considerar Romanos 14 ¿Qué debe hacer usted para superar las diferencias?
- Piense y comparta una forma en la que honrará el sacrificio de Cristo cuando trate con los hermanos en la fe.