Misericordia y transformación

Texto bíblico: Romanos 12:1-2

Durante la duración de la Copa América, la FIFA dio a conocer el ranking de selecciones nacionales. En este ranking la selección Argentina figura en el puesto #1. Esta selección a más de ser la mejor posicionada, cuenta con lo que muchos consideran la mejor delantera y el mejor jugador del mundo. Sin embargo no ganó el torneo.

Muchas veces se tiene todo y no se logra nada. Me preocupa que tengamos un resultado similar respecto a las promesas de Dios, que teniendo todo para alcanzarlas, finalmente no lo hagamos. El escritor de la carta los hebreos dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios (Hebreos 12:5).

Quien se esmere por alcanzar lo prometido tendrá cuidado de cumplir con un pre requisito fundamental: la consagración. Es en este sentido que Romanos 12 1-2 es de mucha ayuda, pues encontramos en este texto algunas acciones que permiten la consagración. Veamos estas acciones.

Acción #1
Recibir la misericordia de Dios (Romanos 12:1)

Para comprender lo que significa recibir las misericordias Dios es necesario recordar la condición natural del ser humano. Según el libro de Romanos el ser humano: a) Es Incapaz de consagrarse a Dios (Romanos 3: 10-18), b). Está dominado por sus pasiones (Romanos 1:28–32), c). Está excluido de la presencia gloriosa de Dios (Romanos 3:23).

Sin embargo, Dios manifiesta su misericordia para quitar al ser humano de su condición natural. En vez de castigarlo por el pecado le ofrece vida eterna a través de Jesús (Romanos 6:23). Lo único que el ser humano debe hacer para recibir la misericordia de Dios es rendirse a Cristo como el Señor y Salvador de su vida (Romanos 10:9-10). Dios te ha propuesto quitarte de tu condición natural, te toca a ti recibir la misericordia de Dios (Romanos 12:1)

Acción #2
Renovar el intelecto (Romanos 12:2)

La consagración también es posible cuando una vez experimentada la misericordia de Dios avanzamos hacia la renovación del entendimiento. El diccionario Vine define “renovación de vuestro entendimiento” como: el ajuste de la visión moral y espiritual y del pensamiento a la mente de Dios, que tiene como propósito llevar a cabo un efecto transformador sobre la vida. Básicamente significa que para cambiar mi comportamiento debo primero cambiar mi forma de pensar.

El mandamiento es “no os conforméis a este mundo”, es decir no tomen la forma de pensamiento de este mundo, sino transfórmense por la renovación de los pensamientos. La necesidad de transformación es necesaria por tres factores: 1) La condición del natural del ser humano, 2) La acción de Satanás sobre los incrédulos (2 Corintios 4:4), y 3) La acción de los hijos de desobediencia (Efesios 2:2).

Ahora bien, La Biblia tiene el poder de renovar el entendimiento. Cuando animamos a estudiar la Biblia no lo hacemos por una cuestión religiosa, sino por la posibilidad de consagración.

Preguntas de aplicación:

  1. Tener a Cristo es una bendición, pero también un desafío diario. ¿En qué área te es más difícil rendirte al señorío de Cristo
  2. ¿Qué cambios se evidencian en tu vida desde que Cristo es tu Señor?
  3. ¿Cómo puedes mejorar tu estudio de la palabra de Dios?

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