Establecer el Reino de Dios

Establecer el Reino de Dios

Mateo 4:12-25

 

En el año 2005 consideré que era necesario desarrollar el tema de la guerra espiritual en la preparación de líderes de grupos pequeños. Si los líderes tendrían éxito en hacer crecer los grupos y multiplicarlos, sin lugar a dudas deberían tener victoria en el ámbito espiritual.  Como no encontré un material que llenara mis expectativas decidí empezar a escribir sobre el tema, lección por lección, como resultado salió lo que conocemos como el Manual de Extensión de Reino de Dios de la Escuela de Vida y Discipulado.

Al preparar las lecciones el primer texto que consideré necesario estudiar fue Mateo 4:12-25. Allí encontramos a un pueblo asentado en tinieblas pero que recibe la luz de Cristo. Un pueblo que vive en tierra de sombra de muerte, pero que le resplandece la luz al llegar Jesús a aquella región.

Jesús es el modelo a seguir en todas las áreas de nuestra vida y más aún respecto a la tarea de quitar a la sociedad de la oscuridad donde vive. Por tanto estudiar la acción de Cristo para establecer su Reino en  la región de Galilea nos puede ayudar a entender cuales son las acciones que debemos realizar para establecer el Reino de Dios en nuestras comunidades.

Acción #1

Confrontar las tinieblas (Mateo 4:13)

El pasaje de Mateo 4:15-16 es la cita de una profecía de Isaías realizada 700 años antes de su cumplimiento. En ocasión del cautiverio por parte de Rey de Asiria y la repoblación del territorio de Zabulón y Neftalí por pueblos paganos, el profeta anuncia que esa tierra que ahora está en oscuridad y tinieblas volvería a ver la luz cuando el Mesías iniciara su ministerio. Esto efectivamente sucedió cuando Jesús dejó su pueblo natal, su lugar de trabajo y confort para establecerse en Capernaún, el centro económico de la región. El Mesías establece su puesto de comando en esa ciudad y al hacerlo el reino de las tinieblas comienza a retroceder, los que por mucho tiempo sufrieron la oscuridad son liberados de las dolencias, aflicciones, enfermedades y tormentos (Mateo 4:24). Cristo llegó a Capernaún y su luz disipó las tinieblas.

Es claro el poder de Cristo para confrontar a las tinieblas con su sola presencia, pero ¿podemos hacer lo mismo nosotros? ¡Por supuesto que si! Jesús dijo: «Vosotros sois la luz del mundo”. Cuando decidimos movernos de nuestra zona de comodidad y empezar a vivir en medio de las personas que están oprimidas por el Diablo, nuestra luz llega a ellos y con nuestra luz la salvación. El mandato  de Dios para nosotros es: ser luz,  a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra (Hechos 13:47)

Acción #2

Predicar el arrepentimiento (Mateo 4:17)

Arrepentimiento significa cambiar la forma de pensar y de vivir. Implica un cambio de rumbo. Específicamente, cambiar de la forma de vida que desagrada a Dios por una nueva forma de vida en obediencia a Dios. Jesús comienza su ministerio llamando al arrepentimiento para entrar en el Reino de los Cielos. Esto implica que sin arrepentimiento no es posible pertenecer a Dios.

El problema que enfrentamos en cuanto a esto, es que la gente no quiere escuchar sobre abandonar el pecado. Entonces, la iglesia solo habla de las bendiciones que Dios puede dar, pero aunque un mensaje así resulte interesante es ineficaz para libertar a nuestras comunidades. Pues, la gente que no se arrepiente sigue en el reino de las tinieblas, a voluntad del Diablo.

Sí debemos hablar de las bondades de Dios, ¡porque Dios es bueno! Pero nuestro mensaje debe ser completo. El arrepentimiento debe ser anunciado para que el Reino de Dios se establezca y desaparezcan las tinieblas y sobras de muerte que hay en nuestras comunidades.

Acción #3

Hacer Discípulos (Mateo 4:19-22)

¿Qué es hacer discípulos? Según las palabras de Jesús en Mateo 4:19, “Venid en pos de mí,  y os haré pescadores de hombres, hacer discípulos es: Guiar a las personas a seguir a Cristo para ser transformados en discipuladores. Es muy claro que el llamado de Cristo a quienes fueron sus primeros discípulos tenía como propósito que dejaran los objetivos comunes de la vida, como el trabajar para comer, por el de trabajar para que otros siguieran a Jesús. Esto no implica que no trabajarían para comer, sino que habría un propósito más sublime por el cual vivir: hacer discípulos para Jesús.

Hacer discípulos es la tarea más básica del cristiano. Todos los creyentes deben hacer discípulos pues es la orden dada por Jesús en la gran comisión (Mateo 28:19-20). Cualquier tarea realizada en la iglesia pudiese dejarse de lado, pero nunca la de discipular.  Finalmente, hacer discípulos que hacen discípulos es la estrategia de Jesús  para establecer su Reino.

Aplicación:

  1. Escoja una comunidad (barrio, asentamiento, o familias) que no tenga un GPO para que confronte a las tinieblas y ore esta semana por ellos. ¿Cuál será?
  2. ¿Con quién podría hablar esta semana sobre la necesidad del arrepentimiento? Tome el compromiso de hacerlo.
  3. ¿A quién puede empezar a discipular con el libro Inicio con Dios, de manera a ser usted un discípulo que hace discípulos? ¿Cuándo comenzará?

 

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